Según datos de Netcraft, hasta la fecha, existen más de 1.132 millones de sitios web en todo el mundo, y cada uno de ellos necesita un lugar para existir y ser accesible a los usuarios: un servicio de hosting, también conocido como alojamiento web.
El principal problema que las empresas enfrentan sin un buen servicio de hosting es la falta de disponibilidad constante de su sitio web, lo que puede llevar a la pérdida de clientes, daño a la reputación y disminución del ranking en motores de búsqueda.
Si quieres conocer todo acerca de este término, en este artículo te explicamos.
¡Quédate con nosotros!
El hosting, o alojamiento web, es el servicio que permite que tu sitio web esté disponible en internet. Se trata de un espacio en un servidor donde almacenas los archivos de tu página, permitiendo que los usuarios puedan acceder a ella a través de la World Wide Web (un sistema de documentos de hipertexto o hipermedios enlazados y accesibles a través de internet).
En términos sencillos, el hosting es como el terreno donde construyes tu casa digital.
Imagínate que tu sitio web es una tienda y los usuarios son clientes que desean entrar. Para que estos accedan a tu tienda, deben saber dónde se encuentra, es decir, deben conocer su dirección; esta "dirección" en el mundo digital es lo que se conoce como dominio.
Cuando un usuario escribe el dominio de tu sitio web en su navegador, su solicitud se envía al servidor de hosting donde está almacenado tu website. El servidor procesa la solicitud y devuelve la información necesaria para que el navegador del usuario pueda cargar y mostrar tu sitio y es así como funciona el hosting.
A menudo, las personas confunden el hosting con el dominio, pero estos son dos componentes diferentes, aunque relacionados, de cualquier sitio web.
El dominio es la dirección de tu sitio en internet, algo así como la dirección de tu casa, y el hosting, por otro lado, es donde viven los datos de este, como las imágenes, los textos y los códigos que lo componen.
Sin un dominio, los usuarios no tendrían una forma de encontrar tu sitio, y sin hosting, no existiría un website para encontrar.
Al considerar un servicio de hosting, es crucial entender qué características y funciones son las más importantes para el éxito de tu sitio web. Aquí hay cinco aspectos clave a tomar en cuenta:
La conectividad de tu proveedor de hosting se refiere a su capacidad para mantener tu sitio accesible y en línea. Esto se mide a menudo en términos de "uptime", y los proveedores de hosting de alta calidad deberían ser capaces de garantizar un uptime de al menos el 99,9%.
Además, la calidad de su red (la velocidad y la latencia) también es una parte crucial de la conectividad.
Se refiere a la cantidad de espacio que el proveedor te proporciona para almacenar los archivos de tu sitio web. Dependiendo del tipo que estés creando, puede que necesites más o menos almacenamiento.
Es importante considerar el tipo que ofrece el proveedor, por ejemplo, SSD (un dispositivo de almacenamiento no volátil fabricado solo con componentes electrónicos) vs. HDD (componente informático que sirve para almacenar de forma permanente los datos), ya que esto puede afectar el rendimiento de tu sitio web.
La capacidad es la cantidad de recursos que el proveedor de hosting pone a tu disposición, incluyendo la CPU, la memoria RAM y el ancho de banda. Estos son esenciales para manejar el tráfico de tu sitio web y asegurar que las páginas se carguen rápidamente para tus visitantes.
Un buen proveedor de hosting debería ofrecer una integración fluida con una variedad de aplicaciones y servicios. Esto podría incluir la unión con sistemas de gestión de contenido (CMS), plataformas de comercio electrónico, y herramientas de SEO, entre otros.
La accesibilidad en el contexto de un servicio de hosting se refiere a qué tan fácil es entrar y gestionar tu cuenta y tu sitio web. Esto puede incluir la disponibilidad de un panel de control intuitivo, la facilidad para instalar y actualizar software, y la disponibilidad y calidad del soporte técnico.
Un buen servicio de hosting ofrece múltiples beneficios. Aquí te los decimos.
Permite que tu sitio web esté disponible y sea accesible para los usuarios en todo el mundo, en cualquier momento.
Con un hosting de calidad, puedes esperar tiempos de carga rápidos, lo cual es esencial para proporcionar una buena experiencia de usuario y para mejorar la clasificación de tu sitio en los motores de búsqueda.
Un servicio de hosting confiable proporciona medidas de seguridad robustas para proteger tu sitio web contra la ciberdelincuencia. Esto puede incluir firewalls, detección y prevención de intrusos, y soluciones de seguridad de nivel empresarial.
La mayoría de los proveedores de hosting ofrecen soporte técnico las 24 horas, los 7 días de la semana. Esto significa que si encuentras algún problema, puedes recibir ayuda rápidamente.
Los buenos servicios de hosting realizan regularmente copias de seguridad de tus datos y ofrecen soluciones de recuperación de ellos en caso de que algo salga mal.
Puedes aumentar la capacidad a medida que tu sitio web crece, asegurándote de que siempre puedas manejar el volumen de tráfico y la demanda de recursos.
Muchos proveedores de hosting también te permiten crear direcciones de correo electrónico personalizadas basadas en tu dominio, lo que puede mejorar la percepción de profesionalismo de tu negocio.
Te permiten comprar y administrar dominios directamente, simplificando el proceso de configuración y gestión de tu presencia en línea.
Existen varios tipos de servicios de hosting, cada uno con sus ventajas y desventajas particulares. Te dejamos los más comunes:
En este tipo de hosting, varios sitios web se alojan en un mismo servidor, compartiendo sus recursos. Es la opción más económica, pero también ofrece menos rendimiento y control.
Un VPS es un servidor virtual privado que se aloja en un servidor físico junto con otros VPS. Aunque compartes el servidor físico con otros, cada VPS funciona de manera independiente, con su propio sistema operativo y recursos asignados.
Es una buena opción intermedia entre el hosting compartido y el dedicado.
En este tipo de hosting, tienes un servidor completo para ti solo, lo que te proporciona un rendimiento superior y más control, pero también es más caro.
Utiliza una red de servidores interconectados para alojar tu sitio web,así como ofrece alta escalabilidad y es excelente para sitios con tráfico fluctuante, ya que puedes aumentar o disminuir los recursos según sea necesario.
Aquí, el proveedor administra y mantiene el servidor por ti, liberándote de la necesidad de tener conocimientos técnicos y permitiéndote concentrarte en tu sitio web.
Está diseñado para aquellos que desean comerciar servicios de hosting a sus propios clientes. Los proveedores de hosting de revendedor te proporcionan los recursos, y tú los divides y los vendes como desees.
Aquí, alquilas un espacio en el centro de datos de un proveedor y colocas tu propio servidor allí. Este tipo de hosting te brinda el máximo control, pero también requiere que tengas los conocimientos técnicos para administrar y mantener tu propio servidor.
Elegir un proveedor de hosting puede parecer una tarea complicada dada la gran cantidad de opciones disponibles, pero para simplificar el proceso, te proporcionamos una serie de pasos que debes seguir:
Todos los sitios web tienen diferentes necesidades. Por ejemplo, un blog personal puede requerir menos recursos que una tienda online con alto tráfico.
Identificar el tipo de sitio web que estás creando te ayudará a determinar qué tipo de hosting necesitas.
Algunas características a considerar pueden incluir la velocidad de carga, el tiempo de actividad, la seguridad, las copias de seguridad de datos, el correo electrónico y el soporte para lenguajes de programación específicos.
Dependiendo del tamaño y la naturaleza de tu sitio web, necesitarás más o menos espacio de almacenamiento. Para ello, asegúrate de que el proveedor que elijas pueda satisfacer tus necesidades en este aspecto.
El tiempo de actividad se refiere a la duración que tu sitio web está disponible para los usuarios. Busca proveedores que ofrezcan un periodo de actividad de al menos el 99.9%, como mencionamos anteriormente.
Es importante que tu proveedor de hosting pueda adaptarse a medida que tu sitio web crece, por eso, busca unos que ofrezcan planes fáciles de actualizar y recursos escalables.
La seguridad de tu sitio web es vital, por eso es importante que el proveedor ofrezca medidas de seguridad robustas, incluyendo firewalls, protección contra malware, y soluciones de recuperación de datos.
Si no eres experto, puedes beneficiarte de un abastecedor que ofrezca una interfaz fácil de usar, instalación con un clic de aplicaciones populares y un panel de control intuitivo.
El soporte técnico es crucial, como ya mencionamos, por ello, debes elegir proveedores que ofrezcan ayuda las 24 horas, los 7 días de la semana, preferiblemente a través de varios canales como correo electrónico, teléfono y chat en vivo.
Si esperas que tu sitio web crezca en el futuro, elige un suministrador que pueda crecer contigo. Esto puede incluir la posibilidad de actualizar a planes más robustos o moverse a un servidor dedicado o en la nube.
El precio es un factor importante a considerar, así que asegúrate de que puedes permitirte el costo del hosting sin comprometer demasiado las otras necesidades de tu negocio.
Después de considerar todos los puntos anteriores, estás listo para elegir un proveedor. Recuerda leer las reseñas de los usuarios y comparar varias opciones antes de tomar una decisión.
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Elegir un hosting adecuado es un aspecto crucial al desarrollar un sitio web, pues este debe ser fiable, escalable, seguro y con un rendimiento eficiente. Pero, al mismo tiempo, la elección del tema también es un factor importante en el éxito digital.
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